Pequeños pasos en la cura de la ansiedad

Decíamos en otro post anterior que la ansiedad es la epidemia silenciosa de este siglo, debido, en gran parte, a las expectativas que demanda la sociedad actual y para la que no tenemos todas las herramientas necesarias, ni todas las respuestas. Esta sensación de fracaso es la que nos causa ansiedad. Nuestra respuesta de tratamiento a ese síntoma ansioso la buscamos en la medicación pensando que ahí está la solución. Solo que enseguida nos damos cuenta que el efecto dura lo que dura la pastilla. Después volvemos a “caer”.

¿Cuál es el principio o la base de la ansiedad? La falta de control ante una situación o conflicto causa una ansiedad excesiva que se traduce en un miedo irracional, en una sensación de pérdida de control. Este miedo irracional nos provoca algunos síntomas, como falta de aire, un nudo en el estómago, nervios, sudoración, palpitaciones…Ya solo con asociarlo a una situación concreta, nos produce malestar.

Hay todo un trabajo que puede llevarse a cabo para enfrentar situaciones de ansiedad por medio de la exposición, siempre guiados por un profesional. Se trata de cambiar las creencias que se tienen, esos pensamientos automáticos que de manera espontanea aparecen en nuestra mente y que están basados casi siempre en la percepción que tenemos de la realidad y que lo que hacen es aumentar la ansiedad, anticiparla y poner en marcha mecanismos para reducirla, tales como la evitación y el escape. La evitación genera evitación, es mejor enfrentarlo.

Con este trabajo de exposición, se puede superar la ansiedad sin que la persona deba centrarse en las sensaciones que experimenta y en los pensamientos negativos. Se lleva a cabo junto al terapeuta, desplegando una jerarquía de exposición con diferentes actividades de exposición de mayor a menor grado de ansiedad para ir, de forma progresiva, superando las dificultades y que la persona se sienta motivada para seguir, hasta conseguir finalmente reducir las conductas de escape.

Se continua el trabajo mediante la reestructuración cognitiva, una actividad de entrenamiento en el registro de pensamientos irracionales, asignando un cuestionamiento socrático a tales pensamientos, como alternativa a pensamientos catastrofistas, por ejemplo y así facilitar la reducción de la ansiedad. Un entrenamiento en relajación muscular progresiva, o la relajación autógena para acompañar estas actividades, y buscar el apoyo familiar o social que nos ayude a superarlo, es de gran importancia.

Sin olvidar la importancia que tiene la palabra en la cura de la ansiedad, a través de la búsqueda de la lógica y la causa que nos ha llevado a esa situación de ansiedad. Solo haciéndonos cargo de lo que nos pasa, poniendo palabras a esa angustia, podremos saber el por qué estamos angustiados.


Imagen: Rosa Rosado

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