Cultura de la muerte y otros rituales

(de la conferencia “manejo del duelo y afrontamiento de la muerte)

Tanto la muerte como los rituales han sido una preocupación para las diferentes culturas desde la antigüedad, y se han desarrollado diferentes tipos de actuación social como símbolo de dolor.

En las civilizaciones clásicas, como Egipto, la técnica destacada en los rituales de muerte ha sido, por excelencia, el embalsamamiento, muerte que significaba la separación de los elementos, por ello la única finalidad que se buscaba era la de la conservación del cuerpo. En Grecia se encuentra el origen de los cementerios, tal como lo muestra las apariciones de las primeras necrópolis o ciudades de enterramiento. De entre los ritos funerarios, destacaba el rito de Caronte, conocido por colocar dentro de la boca del difunto, una especie de moneda de poco valor, como pago del pasaje al barquero en su travesía por los ríos infernales en la barca.

Y en Roma, el rito funerario, una bonita forma de despedida, se iniciaba a través de un beso, con el objetivo de recoger el último suspiro del difunto, se le cerraban los ojos, y entonces se le llamaba por su nombre. Durante la época republicana, y a comienzos del Imperio, la cremación estaba reservada a los ricos y la inhumación a los pobres y a los esclavos. Tras la llegada del Cristianismo, la inhumación o el enterramiento se convertiría en el único procedimiento.

Existen también diferentes formas de despedir al fallecido, en función de las creencias religiosas, del clima, de la geografía o del rango social. Por ejemplo el abandono del cadáver preferida por las tribus nómadas de distintas partes del mundo, principalmente de Asia y África; o la inhumación, que ha sido la práctica más difundida en todo el mundo, con curiosidades como que en algunas tribus de Japón entierran a sus muertos a los dos días de fallecer con lo mejor que tienen y después queman la casa del difunto. O en otras tribus donde el entierro se acompañaba del sacrificio de sus esposas o personas allegadas.

Otras forma de despedida o evacuación, es la práctica más difundida de toda la historia de la humanidad, que es la cremación o incineración que data de hace más de 3000 años antes de Cristo. También en la Península Ibérica, iberos, celtas, púnicos, fenicios, etc. quemaban a sus muertos en una pira funeraria, recogiendo, al terminar las cenizas y los fragmentos de hueso, con los que se hacían amuletos.

Todas las formas rituales se llevaban a cabo con la función de manifestar el afecto y el amor que se tiene por la muerte de un ser querido.

 


Imágenes: Rosa Rosado

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