Falsas creencias en torno a la soledad

El estereotipo de que las personas solitarias son seres antisociales o inadaptados, o mala gente no tiene porqué ser verdad, porque, a veces, la soledad la sufren personas que están rodeadas de gente y el sentimiento de soledad es algo subjetivo, algo que cada uno de nosotros puede sentir de manera diferente ante determinadas situaciones.

La soledad no implica ser un inadaptado social, las personas solitarias pueden tener otras personas en su vida, aunque quizá les cuesta crear un vínculo fuerte con alguien en concreto, o les cuesta intimar, pero no tienen porqué tener problemas de adaptación al entorno social. Como, ser una persona solitaria no quiere decir que no se desee tener amigos. Lo que ocurre es que raras veces se afronta esta situación ni se comparte el sentimiento con las personas que eligen vivir en solitario. Por el contrario, estar rodeado de amigos, no es siempre suficiente para superar el sentimiento de soledad, porque las personas que sienten soledad, a menudo, no se sienten comprendidas por los que les rodean y llegan a sentirse, si cabe, más solos aún. Otra falsa creencia es que aunque la soledad nos acompañe siempre, el sentimiento de soledad no dura eternamente.

El sentimiento de soledad es un estado temporal, derivado de diferentes situaciones o circunstancias: una mala experiencia, un cambio en nuestras vidas, un problema concreto, no aceptar la soledad, o una elección, y no es un problema de incapacidad. Y como no es un problema de incapacidad, el sentimiento de soledad es algo a lo que se puede enfrentar, si se desea: se puede enfrentar aceptándolo, aunque sin resignarse. Podríamos decir, aceptarlo antes incluso de entenderlo, sin precipitarse a entenderlo. Y a partir de la aceptación, poder elegir, porque hay otros tiempos, otros lugares, porque hay otros modos de vivir.

Estar solo no significa, por tanto, que la vida no tenga sentido para algunas personas, aunque no la compartan con otros. Se puede sentir uno bien y encontrar sentido a la propia vida incluso viviendo en solitario. Disfrutar de estar solo, de esa soledad, porque cuando se acepta, uno puede estar preparado para vencer el miedo o la angustia a superar el sentimiento de soledad si ese sentimiento acontece, haciéndose a ella, a la soledad, o reaccionando a ella. Se puede vivir una realidad positiva y constructiva, en la cual se puede reflexionar, conectarse con uno mismo. Dicen que las personas que saben vivir la soledad, suelen ser más creativas, que son grandes observadores y que leen más. Y esto es así porque tanto la lectura como la creatividad necesitan de concentración y tranquilidad.

Como decía Carl Jung “la soledad es peligrosa, es adictiva. Una vez que te das cuenta de cuánta paz hay en ella, no quieres lidiar con la gente”.


Imágenes: Rosa Rosado

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