Vinculado al contexto como factor relevante en el pensamiento creativo, estaría el pensamiento reflexivo, que es un pensamiento creativo, dado que hace posible la acción con un objetivo consciente, el trabajo sistemático y la invención, además de enriquecer, con significados, las cosas. Es por ello que el pensamiento reflexivo implicaría diferentes fases a la hora de abordar la resolución de un problema de nuestra vida cotidiana.
Así ante una situación que nos desborda uno de los aspectos más importantes sería la aparición de sugerencias que me van a llevar a ensayar “imaginativamente las posibilidades de mi conducta”. En esta primera fase se produce un estado de duda o incertidumbre, momento en el que se origina la indagación deliberativa, animada por la búsqueda de datos o información que me ayude en la búsqueda de mi objetivo. Estas dudas o dificultades, serían las que dan lugar al pensamiento reflexivo.
Se pone en marcha la segunda fase donde entra en juego la intelectualización de la dificultad, esto es algo así como tratar de comprender, interrogarnos, con el objetivo de formularnos el problema a nosotros mismos. Y una vez llegados a este punto, pongo en marcha la fase de elaboración de hipótesis, realizando una evaluación de la situación, es decir, que ahora ya somos conscientes de la relación entre nuestra idea, ahora convertida en hipótesis y aquello que observamos o podemos esperar.
Imágenes: Rosa Rosado
Psicología desde el alma 
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